Los Lakers se resisten y ganan a los Nuggets más de 500 días con LeBron al mando para poner el 3-1 en la serie (119-108). Dominio estéril de Jokic pese a sus 33 puntos, 14 rebotes y 14 asistencias.
Hay vida y hay esperanza para los Lakers. En un apasionado ejercicio de baloncesto y orgullo monumental a la altura del lustre de la historia de los de púrpura y oro, un alarde de grandeza de LeBron James con 30 puntos, de autoridad de Anthony Davis con 25 tantos y 23 rebotes y de redención de D’Angelo Russell con 21 puntos, el conjunto angelino se despojó de sus complejos ante los campeones Denver Nuggets ganando el Game 4 (119-108) para estampar el 3-1 en la serie y ganarse una vida extra.
Cuando la presión de otra barrida apretaba, cuando la cercanía del rotundo y humillante energía ahogaba, los Lakers se liberaron: no ganaban a Jokic y su pandilla desde diciembre de 2022. Entre medias, el 4-0 de las Finales de Conferencia del año pasado y 11 victorias seguidas del conjunto de Colorado.
Cuando la presión de otra barrida apretaba, cuando la cercanía del rotundo y humillante energía ahogaba, los Lakers se liberaron: no ganaban a Jokic y su pandilla desde diciembre de 2022. Entre medias, el 4-0 de las Finales de Conferencia del año pasado y 11 victorias seguidas del conjunto de Colorado.
Los Lakers están lejos aún pero vivos, y puede que muy vivos a tenor del coral y enérgico juego desplegado ante su animado público. LeBron, el que puede viajar al pasado sin perder las virtudes que ha ganado con el tiempo como la experiencia y la sapiencia del juego, tomó el control del asunto con 14 de sus 30 puntos en el último cuarto, exhibiendo Anthony Davis su esencia de imponente reboteador y protector de pintura y simbolizando D’Angelo Russell el renacer de los de púrpura y oro tras sus 0 puntos en el Game 3 con un 7/14 en tiros de campo y un 4/8 en triples con Austin Reaves sumándose también a los dobles dígitos con 21 tantos.
OKC QUEDÓ A UNA VICTORIA DE BARRER A LOS PELICANS
Jamás se ha remontado un 3-0 en los playoffs de la NBA y no parece que vayan a hacerlo los New Orleans Pelicans, golpeados también en su pista con repaso incluido (85-106) por unos firmes Oklahoma City Thunder que ponen rumbo hacia las Semifinales de Conferencia.
Las más que remotas posibilidades de épica reacción del equipo de Louisiana no vienen dadas sólo por la complicada empresa de levantarse de un 3-0, sino también por lo poco que transmiten tanto a nivel de baloncesto como de lenguaje corporal y el desolador panorama que tiene con Zion Williamson lesionado.
Con Shai Gilgeous-Alexander al frente con 24 puntos, el conjunto de Mark Daigneault llegó al último cuarto con el asunto zanjado (71-93) en un partido decente pero insuficiente de Brandon Ingram con 19 puntos y un 7/14 en lanzamientos y una decepcionante actuación de CJ McCollum con 16 tantos pero lejos de la eficiencia en el tiro con un 7/22 en lanzamientos.
Josh Giddey y Jalen Williams secundaron al candidato a MVP con 21 puntos para ambos y Chet Holmgren apenas firmó 6 puntos pero se impuso en la pintura con 8 rebotes y 4 tapones.
