Warriors y Spurs, los más ganadores en fase regular en las últimas tres campañas, chocarán en una serie que se venía postergando y que se lleva todas las miradas.
Tras aquel último título de San Antonio en 2014, las fichas de la NBA volvieron a repartirse y los focos de atención cambiaron un poco. Mientras LeBron James dejó Miami para regresar a Cleveland y continuar su reinado en el Este pese al cambio de camiseta, el Oeste encontró otro protagonista que rápidamente conquistó la cima: Golden State. Al mando de Steve Kerr y con Curry, Thompson, Green y compañía, los Warriors revolucionaron con su juego súper vistoso, ganaron un anillo, dejaron escapar otro a mano de los Cavs y rompieron varios récords. Este año quieren la revancha, pero antes tiene como obstáculo a los Spurs, que -a su manera- se las ingeniaron para seguirles el rastro en estas campañas aunque sus caminos no se cruzaron hasta ahora. Sí, mañana, en Oakland, comenzará la definición del Oeste tan esperada entre los dos equipos más ganadores de las últimas tres fases regulares. Y, por supuesto, ahí estará Manu Ginóbili, disputando su octava etapa decisiva en la Conferencia (ver aparte) y ganar la sexta de ellas.
Si bien hay varias similitudes en cuanto a filosofía (sentido colectivo, valor de la defensa), también hay estilos opuestos. Empezamos por los Warriors, que acumularon un récord 207-39 en estas tres campañas (84.1%) con un nivel ofensivo sensacional por dinámica, circulación (27.4 asistencias por juego en playoffs), variantes, capacidad de tiro a distancia y jerarquía. Si algo les faltaba, este año sumaron a Kevin Durant, la estrella que amargó a los texanos en la 15/16 pero con OKC. Así, si no hay fluidez, el equipo cuenta con una facilidad única para resolver problemas individualmente desde un talento sin igual. Algunos números que sustentan su dominio en esta postemporada, donde barrieron a Portland y Utah: están segundos en eficacia ofensiva (114.4 puntos cada 100 posesiones) y tiene la mejor defensiva (96.9). Ah, sus ocho victorias fueron por promedio de 16.5 tantos. Letal.
Del otro lado, unos Spurs que suman marca de 183-63 en estos tres años (74.3%) y vienen de una demostración de vigencia total con el baile ante Houston en el J6 y con su estilo del pase extra por encima de todo para compensar la ausencia de Leonard (y Parker, afuera de todos los playoffs). Sí, Popovich siempre logra respuestas más allá de los nombres, pero la vara sube muchísimo para esta ocasión. Y a las diferencias de variantes también hay que sumarles las físicas. La capacidad atlética y velocidad de Golden State, habituado a las formaciones bajas, choca con el estilo texano, más pausado y con la búsqueda de usar dos grandes al mismo tiempo. Será clave imponer el ritmo porque, si los Warriors corren, lo mejor es prender una vela.
“Creo que estamos mejores preparados para Golden State que lo que estábamos con Houston viniendo desde Memphis. Son bastante similares con los Rockets, pero por supuesto que los Warriors tienen mucho más talento para jugar ese estilo”, analizó Manu. A partir de mañana, a disfrutar de una serie más que esperada.