Los Boston Celtics empezaron arrasando en estos playoffs, si bien los Miami Heat dejaron claro en el último período que jamás cejarán en su empeño de ponérselo difícil. Lo que fue un liderato de hasta 34 puntos nada empezar el último cuarto (93-59) llegó a verse reducido a 15 puntos en un abrir y cerrar de ojos, pero Joe Mazzulla paró el encuentro a tiempo, arengó a los suyos, y ahí terminó la historia. Los locales solventaron por un cómodo 114-94 su partido inaugural de la primera ronda del Este, que enfrenta al mejor equipo de la temporada regular y los vigentes finalistas de la competición el curso pasado.
La ausencia de Jimmy Butler, el faro de los floridenses, sumada a la de Terry Rozier y la de Josh Richardson, debilitó mucho las opciones visitantes en el encuentro. Los Celtics ni pestañearon con seis hombres en dobles dígitos y Jayson Tatum capitaneando el barco con un triple-doble de 23 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, el primero de su ya notable trayectoria en los playoffs.
Kristaps Porzingis, el tipo que ha marcado un antes y un después en la configuración del grupo, demostró una vez más que su tamaño y versatilidad, con 18 puntos, un 4 de 8 en triples y 2 tapones, eran la pieza que quizás echaron de menos el curso pasado. Precisamente, los Heat se los cargaron entonces contra todo pronóstico en las Finales del Este. En las últimas cuatro campañas, hasta en dos ocasiones los floridenses han sido verdugos del equipo de verde cuando partían como favoritos.
Además de Tatum y Porzingis, Jaylen Brown también estuvo en su línea con 17 puntos y 8 rebotes, mientras que Derrick White aportó 20 tantos. La segunda unidad aportó 30 puntos, batiendo también el notable esfuerzo de los suplentes del rival. Delon Wright, con 17 tantos y un 5 de 5 en triples, fue el principal instigador de la tímida reacción de Miami, que nada pudo hacer pese a los esfuerzos de Bam Adebayo (24 puntos), el novato Jaime Jáquez Jr. (16) y la versión más descarada de Nikola Jovic (10).
CLARA VICTORIA PARA LOS CLIPPERS
Los Angeles Clippers apabullaron y secaron a los Dallas Mavericks en el primer partido de su eliminatoria de primera ronda en los playoffs del Oeste, una de las más esperadas en este arranque de fase final en la NBA. Con un triunfo por 109-97, los angelinos solo necesitaron apretar en la primera mitad para liquidar a los Mavs, protagonistas de una de las peores cosechas de la historia al descanso con tan solo 30 puntos. Con un segundo período desastroso, de tan solo 8 tantos, los visitantes cavaron su propia tumba y facilitaron el paseo del conjunto local, liderado por los 28 puntos y 8 asistencias de un inspirado James Harden.
Luka Doncic, una sombra de sí mismo a pesar de sus 33 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias, falló más de la cuenta cerca del aro y se mostró errático en la toma de decisiones. Sus 11 de 26 en tiros de campo y 4 de 12 en triples también fueron más cosméticos que otra cosa, ya que las sensaciones fueron mucho peores que el resultado. Enfadado, abroncando al banquillo y a sus compañeros en pista, el esloveno estuvo desconectado gran parte del encuentro. Su bronca a Maxi Kleber, por ejemplo, no pasó desapercibida.
Solo Kyrie Irving, que despertó de su letargo con 20 de sus 31 puntos total en el tercer período, animó al personal en Dallas después de anotar tan solo un tiro de campo en el primer tiempo. El monumental ahogo de los Mavs, que cerraron la primera parte fallando 12 tiros seguidos, dio paso a una reacción que relativiza el naufragio. Quedó claro que necesitarán mucho más que los 11 tantos de P.J. Washington, el único otro jugador capaz de superar los dobles dígitos en ataque, además de una actitud más combativa y fresca ante uno de los grupos más profundos y compenetrados de la liga.
Ty Lue dio una lección de pizarra en los banquillos y castigó los espacios en la pintura dispuestos por Jason Kidd, dando rienda suelta a Ivica Zubac. El croata campó a sus anchas con 20 puntos y 15 rebotes, y tan sobrados fueron los Clippers en el primer tiempo que ni necesitaron contar con la mejor versión de Paul George para llevarse 15 puntos de renta al descanso (60-45). Les bastó con Harden y un eléctrico Russell Westbrook, autor de 13 puntos y siempre motivado en los grandes escenarios. La lesión y baja de Kawhi Leonard, no fue un factor para nada, y la previsión de su regreso solo puede representar malas noticias para Dallas.
Los Mavericks recuperaron el vigor ofensivo y el honor firmando más puntos en el tercer y último cuarto que su total en el primer tiempo. Los Clippers no supieron o no quisieron rematar al enemigo hasta que George vio los colmillos al lobo después de un 11-3 de parcial en contra para abrir el último período. El alero se activó entonces y elevó su cuenta personal a los 22 puntos y 6 rebotes para rematar el buen partido de Harden y Westbrook, también de un Terance Mann encargado de molestar e incomodar, con resultado exitoso, a la gran perla del enemigo.
Es tan solo el primer asalto, y la capacidad de reacción en el segundo tiempo da esperanzas a unos Mavs que han perdido en los dos precedentes anteriores de eliminatoria contra los Clippers, ambas con Doncic ejerciendo de cabecilla.