Federico Van Lacke, jugador de Olimpico de La Banda, habló con Basquetboleando Radio. El escolta santafesino destacó el rendimiento del equipo en los últimos meses y aseguró que las llegadas de David Nesbitt, a principio de año y,  Kyle La Monte le dieron el salto de calidad que el equipo necesitaba.

 

NOTA A FEDERICO VAN LACKE.

 

¿Qué balance haces de lo que fue la temporada con Olímpico a una fecha del final de la primera fase?

La verdad que positivo, porque tenemos la posibilidad de terminar cuartos si le ganamos el clásico a Quimsa. Esto nos daría la posibilidad de tener ventaja de localía en el primer cruce de playoffs ante Instituto de Córdoba.

Tener esa ventaja sería importante para nosotros porque hemos mantenido un gran nivel jugando como local  y creo que va a ser importante para el equipo, enfrentar este primer cruce jugando de local.

Sabemos que vamos a cruzarnos con un equipo muy potente como es Instituto, que ha tenido muy buenos pasajes a lo largo del torneo y nosotros debemos mantener, la intensidad, concentración y el nivel de juego que venimos mostrando en los últimos dos o tres meses de competición.

En estos últimos meses, hemos jugado una serie de partidos con rendimientos muy regulares, hemos mantenido un nivel muy alto y eso nos potenció para llegar con confianza a lo que viene.

 

¿Cuáles fueron los factores que les permitieron recuperarse de ese comienzo tan irregular?

Estuvimos prácticamente los primeros cinco meses buscando una identidad de juego. Una regularidad que no pudimos encontrarla por muchos factores, lesiones, por falta de rotación.

En un momento no terminábamos de encontrar ese interno que no de la potencia que nos está dando David Nesbitt en este momento de la temporada. Su llegada fue en los primeros días de enero, realmente nos dio un salto de calidad, una potencia física debajo de los aros muy importante, sobre todo con los rebotes ofensivos, con tiro exterior y juego de poste bajo, que era algo que nos estaba faltando.

Esto sumado a la llegada posteriormente de Kyle La Monte, que nos da variantes ofensivas y es el revulsivo que tenemos. Cuando está él hace que el equipo en general pueda anotar muy fácilmente y de esa forma nos recuperamos de un marcador desfavorable rápidamente o sacamos diferencias importantes.

Pudimos encontrar una dinámica de juego, más regular, más potente y eso fue lo que nos permitió, a partir de enero, escalar posiciones y sentirnos bien tanto de local como de visitante.

 

A una fecha del final ¿Qué opinión te merece una liga con 56 partidos en la fase regular?

Es un torneo muy largo, con muchos partidos, gran cantidad de viajes y algunos bastantes incomodos durante el año. Sobre todo los equipos como nosotros, que jugamos liga sudamericana, que por suerte lo hicimos como locales pero los que tuvieron que desplazarse, por la Sudaricana o La Liga de Las Américas es muy complejo.

Esto hace que se exija mucho el cuerpo y la cabeza. Se requiere de una disciplina y hábitos muy estrictos. Porque las competencias tanto nacionales como internacionales piden siempre el mejor nivel. Entonces hay que estar muy bien física y mentalmente, muy bien a nivel de equipo con una buena química de juego dentro y fuera de la cancha.

Creo que hay cosas por mejorar pero todo parte desde el cuidado, la preparación, el descanso que tenga cada jugador en las vacaciones para lo que viene en cada temporada.

 

Es tu segunda temporada en Olímpico ¿Cómo te sentís tanto vos como la familia? ¿Tenes contrato con el club por un tiempo más?

Estoy muy cómodo, muy bien, es mi segundo año. Cuando uno repite contrato con el mismo club, el mismo equipo y ciudad, es como que todo se hace mucho más familiar y llevadero. Realmente nos han tratado muy bien desde el primer día que llegamos.

Si bien ese año, hubo algunas cosas puntuales que fueron amargas, sobre todo por el tema de los resultados. Eso conlleva que haya mucha tensión en el ambiente, tanto en el club como en la ciudad y fueron momentos duros.

Pero ahora estamos viviendo la otra cara, las cosas buenas, gozar de buenos resultados, que la gente esté contenta y se haya vuelto a ilusionar con nosotros.

Respecto a mi contrato, tengo un año más con el club. Espero que podamos seguir disfrutando de la convivencia y del día a día, que realmente es muy atractivo en La Banda.

 

¿Qué análisis haces respecto a tu rendimiento individual?

Un año muy similar a lo que fue el rendimiento del equipo. Un comienzo irregular porque no encontrábamos esa química de juego y me costó adaptarme a lo que me iba tocando. Pero a partir de enero, muy bien, muy cómodo, haciendo buenos partidos. Estoy conforme y preparado para la mejor parte del torneo, que son los playoffs.

Se viene la mejor parte del torneo y esperamos, tanto yo como el equipo, poder hacer las cosas de la mejor manera posible y ojalá podamos terminar como mínimo, jugando una final de conferencia al igual que el año pasado, eso sería lo ideal.

 

¿Se fijan en lo que pasa con Quimsa o no le dan importancia?

Intentamos no mirar. Obviamente que es inconsciente pero todo el tiempo se está comparando una temporada con la otra de cada equipo. Quimsa ha tenido una temporada rara, con muchos cambios y creo que es un mensaje, no solo para nosotros, sino que para toda La Liga. El hecho de cambiar de entrenadores, de modificar constantemente su plantilla de americanos, de tener tantos extranjeros.

Personalmente miro mi equipo, mantengo mi cabeza en mi club y lo demás, intento no mirarlo porque pierdo la línea de mi trabajo.

 

¿Qué partido imaginas con Quimsa en esta última fecha de la primera fase?

Un partido muy abierto. Ellos están anotando mucho, están teniendo mucha facilidad para anotar. Creo que al no tener la presión de jugar para clasificar o descender, juegan mucho más distendidos. Están mostrando un nivel ofensivo muy importante y tenemos que controlar varios puntos fuertes de ellos. Harper, Romano o Daniels que está sumando mucho debajo del aro.

Vamos a tener que estar preparados para un partido abierto, a ellos les gusta correr. Tenemos que estar tranquilo y elegir los momentos para correr o jugar el cinco contra cinco en cada momento puntual.