Sacramento ejecuta con contundencia a Golden State (118-94), una sombra de aquel grupo que logró cuatro títulos y seis viajes a las Finales en la última década. Los Kings se citan con los Pelicans el viernes, madrugada del sábado en España, por el billete definitivo a los playoffs de la Conferencia Oeste.
Keegan Murray, con 32 puntos, 9 rebotes y un letal 8 de 13 en triples, fue el principal ejecutor de los Warriors en un encuentro redondo del quinteto titular de los Kings, con pleno de dobles dígitos en anotación de todos sus miembros. Harrison Barnes, excompañero de Curry y compañía, les metió 17 tantos, y Domantas Sabonis estuvo en su línea con 16 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias. Keon Ellis, con 15, redondeó una magnífica actuación que hizo olvidar las ausencias de Malik Monk y Kevin Huerter.
Los Warriors echaron de menos la mejor y más decisiva versión de sus ilustres veteranos. Hasta un voluntarioso Stephen Curry, con 22 tantos y un 8 de 16 en tiros de campo (3 de 7 en triples), se quedó muy lejos de su cara más letal acumulando 6 pérdidas y siendo incapaz de entrar en calor a lo largo del encuentro gracias al excelente trabajo defensivo de Ellis.
Draymond Green, con 12 tantos, 3 rebotes y 6 asistencias, también se quedó corto, aunque la ausencia más flagrante fue la de Klay Thompson, que firmó un rosco sin precedentes: ni un punto y un 0 de 10 en tiros de campo (0 de 6 en triples).
Los Kings se citan ahora con un equipo que les ha ganado en cinco ocasiones esta temporada, un logro inédito desde 1996. Será otro reto mayúsculo después de tambalearse este último mes y pico en la clasificación del Oeste. La lesión de Zion Williamson en New Orleans puede ser la excusa perfecta para romper la mala racha contra el grupo de Luisiana.