Alejandro Rippstein, entrenador de Sarmiento de Humboldt en el Promocional del nivel asociativo, dialogó con Basquetboleando. Quién brindó detalles de cómo se estaba preparando para su primera participación en un nivel superior- como iba a ser el Torneo Dos Orillas- y ahora sería próximo torneo que se juegue cuando se retome la competencia. Además, de los proyectos y anhelos a fututo en la institución, entre otros temas. Entrevista.
Desde Esperanza, y con la ilusión de volver pronto a la actividad, Alejandro Rippstein, conversó con Basquetboleando.
Conto como fue su regreso, como entrenador –luego de dos años de inactividad, haciéndose cargo de Sarmiento de Humboldt en la parte técnica. De este tema y otros más en su rica historia deportiva, en las dos ramas del básquet, charló en la siguiente nota.
-¿Cómo venís con el receso obligado por la pandemia, después del corte abrupto en la pretemporada del equipo?
-AR: “Este 2020 habíamos arrancado con mucha ilusión, por la posibilidad de ingresar a jugar al Oficial A2. Habíamos hecho una muy buena pretemporada. Estábamos afinando detalles con la mayoría de los chicos, que hace tiempo no jugaban a nivel asociativo. Prácticamente, los chicos hacía entre 3 o 4 años que no jugaban a ese nivel.
Además, recuperamos chicos que habían dejado de jugar a los 20 años. Los tuvo en Alma Juniors.
Habíamos hecho una pretemporada bastante fuerte y los habíamos encarrilado bastante. Los primeros partidos iban a estar complicados pero nos iba a servir para entrar en ritmo. El Dos Orillas iba a servir para entrar en juego y así poder tener un Oficial A2 aceptable. Entrar no para ver que iba a pasar y probar sino para jugarla y realmente ser competitivos. En ese plan los chicos habían trabajado muy bien la pretemporada.
Incluso seguimos en contacto y sé que hay chicos que siguen trabajando individualmente. Cuidando la dieta, haciendo la parte física.
Obviamente, como todos, con muchas ganas de volver a jugar, de garrar una pelota. Esa es un poco la situación que estamos viviendo hoy.
Una cuarentena muy larga pero es lo que nos toca a todos. Hay que tener paciencia, no desesperarse.
Por ahí, si molesta porque una pasa mucho tiempo inactivo. Tenés muchos videos y charlas donde compartís muchas cosas pero también terminas diciendo lo mismo. Pero, si es el bien necesario para todos, es lo que corresponde. ”.
-¿Te resulta difícil llevar jugadores realizados a Humboldt? ¿Crees que en un futuro inmediato vas a poder acercar jugadores de otro lugar?
-AR: “Mirando a futuro es el proyecto es ese. De a poco, ir sumando chicos locales, pero va a costar entre 5 y 6 años tener chicos del club. Este año, prácticamente todos somos de Esperanza.
Estuve buscando jugadores en Rafaela, pero el Promocional o el Oficial A2, no estaba seduciendo ahora. Pero, con el correr del tiempo lo vamos a lograr o tener chicos del medio basquetbolístico.
Por el momento, con los jugadores de Esperanza que volvieron a estar con nosotros, sobre todo los que estuvieron en el Promocional. Le hemos dado bastante impronta al básquet en Humboldt.
Es difícil cambiar la mentalidad de cambiar de deporte, porque es cien por cien fútbol. El resto de las actividades son meramente recreativas, deportivas pero no competitivas. El básquet, más que nada, nos cuesta mucho poder tener chicos.
Este año es la primera camada para jugadores de Primera. Entonces, buscando chicos de años anteriores, 4 chicos están estudiando en Santa Fe, tienen entre 21 y 22 años. La 2019 fue la camada más completa que pasa a ser Primera División. Hacer la rueda de que los chicos estudien donde sea y a la vez se queden en el club a jugar va a ser difícil. En ese proyecto esta poder traer jugadores de Esperanza, Santa Fe, Rafaela y a los que podamos seducir para poder armar Primeras competitivas y a la vez inviten a los chicos de Humboldt a que se sumen a la actividad. Que todos empiecen a mirar para Humboldt es una potencia dormida. Ya que nos faltan hacer un par de cosas a la parte edilicia pero sobre todo tener un poco más de historia basquetbolística.
Eso nos corresponde a nosotros. Más adelante, ojala pueda venir alguien y pueda seguir creciendo en el básquet de Sarmiento”.
-¿Cómo se dio tu llegada a Sarmiento? ¿Con qué te encontraste cuando llegaste al club?
-AR: “Mi llegada se dio después de estar dos años inactivo. Tuve un problema de salud, me aleje un tiempo del básquet.
En el 2019, la cosa no me funcionaba en lo económico, ni en la cabeza tampoco. Estaba pensando más en básquet que en el negocio en el que estaba.
Me salen tres opciones de trabajo: Santo Tomé, Unión de Santa Fe y Sarmiento de Humboldt.
En el momento en que estaba, opte por Humboldt que estaba mejor por distancia, por proyecto, por un montón de aspectos que me cerraban más.
Me encantaban las opciones de Unión de Santo Tome y de Unión de Santa Fe, me seducía a nivel deportivo, competitivo, conozco las historias de los dos clubes. Normalmente, veo como están trabajando, que es lo que hacen. Pero, creía que no iba a estar a la altura de esa competencia por el hecho de haber dejado la actividad por dos años. Estaba desinformado, fuera de estado, hay que seguirles el ritmo a todos esos chicos.
La otra, es que por ahí me gusta agarrar estas situaciones, de arrancar de cero, con clubes. De remarlos, de incentivarlos, de crear nuevos ambientes. Así, me cerraba más el lado de Humboldt”.
-¿Qué tan cerca o tan distante pueden estar esos chicos del Promocional, para jugar en Primera del Oficial A2?
-AR: “Quedó un solo chico, que va a tener sus minutos en el equipo. El resto, si bien tienen edades de juveniles todavía, están en Santa Fe.
Lo que si es que les pedí y les sugerí es que puedan seguir participando en Santa Fe, en las categorías juveniles, en U21 a partir del próximo año. Porque el hecho es que no dejen de jugar para que cuando puedan volver a Humboldt, se reincorporen al equipo con ritmo, que sigan con ese día a día de las prácticas y no pierdan lo que consiguieron hasta el momento.
Ese es el objetivo que nos hemos planteado por ahora con los chicos y la dirigencia.
Con respecto, a lo competitivo del año pasado, vale aclarar que Matías Gillarducci, que fue quien arranco de cero y formó todo porque no había ni tablero en el club. Dejó, medianamente, una buena base para poder cerrar un año bastante competitivo. Con las tres categorías logramos el campeonato. Pero, la base ya estaba hecha en juveniles. A U15, si la armamos, con muchos chicos nuevos y también ganamos la competencia.
En la categoría promocional, te da lugar para poder desarrollar todos estos chicos nuevos. No con la presión de jugar todos los fines de semana. El hecho de tener que enseñarles a chicos nuevos y meterlos a jugar cada 7 días, son pruebas muy duras y eso hace que por ahí se desdibuje el proceso.
Entonces, el hecho de jugar cada 15 o 25 días, te da tiempo a trabajar con las inferiores y de a poquito se va mejorando el nivel.
El año pasado se demostró que en todos los clubes mejoraron muchísimo su nivel. Eso hace que no sea tan impactante, el cambio de categoría, de un promocional a una primera B o A.
El Promocional va bien, pero hay que ser más regulares y solucionar un par de inconvenientes a nivel competitivo: horarios, canchas. Buscarle la vuelta al problema. Darle más atención. Más allá de eso, está muy bueno y lindo el torneo. Hay que valorarlo…”
La entrevista completa en el siguiente enlace (del minuto 22´42´´ a la 1h 00´27´´)