Gastón Marozzi, jugador de Unión de Santa Fe en Liga Argentina, dialogó con Basquetboleando. El pivot, renovó su contrato con el elenco tatengue para la venidera temporada, mientras se recupera de su operación de una de sus rodillas. Entrevista.
El interno fue una pieza clave en las últimas temporadas de Unión en Liga Argentina, si bien, el tramo final fue complicado por sus dolores en la rodilla, que finalmente termino siendo intervenido quirúrgicamente. Mientras se recupera de la lesión, renovó con el elenco Rojiblanco para continuar en el equipo. De estas cuestiones y otras relacionadas al básquet, dialogo Marozzi con Basquetboleando.
-¿Cómo fue la renovación con Unión de Santa Fe para seguir jugando en Liga Argentina?
-GM: “Se pudo dar la renovación con el club. Tenía ganas de estar nuevamente en Unión, de jugar otra Liga Argentina con el club.
Después de la operación, no estaba con ganas de arreglar un contrato con nadie. Pero, la verdad, que el club siempre me apoyo. Desde el primer momento que me lesione, siempre estuvieron consultándome como estaba y después como evolucionaba de la lesión. Siempre me dieron todas las herramientas para estar bien y poder recuperarme.
A ellos (Unión), desde el primer momento les dije, que si no se daba algo de Liga Nacional, en Liga Argentina iba a jugar en Unión. Es un club, donde siempre me sentí muy cómodo. Los dirigentes y la gente del club siempre me trataron muy bien”.
El dolor fue aumentando y terminaste operándote. ¿Cómo se fue generando ese proceso?
-GM: “La lesión se dio antes de comenzar el torneo, fue en la pretemporada. En un entrenamiento, entrando en calor, fue un movimiento normal. O y tenía intervenida esa rodilla hace unos años. Pero, después la rodilla había quedado bien. Entonces, me parece que todo vino de esa primera lesión que tuve.
Fue en la pretemporada, que sentí un pinchazo, un dolor raro, algo que nunca había sentido. Entonces, dije no hay que ver, porque es algo que me molesta mucho. Ya que me impedía salta, agacharme.
Al hacerme la resonancia, salto que tenía el cartílago lastimado. Seguir jugando, no me iba a romper más de lo que estaba, si iba a tener un dolor constante. La opción que tenía era hacer un trabajo de fortalecimiento de la rodilla, todo el tiempo. Sentía y quería estar con el equipo en todo momento. Así, que hice ese trabajo con todos los kinesiólogos, médicos y estudios, para poder seguir jugando. Fue algo constante durante toda la temporada.
En enero, me hice una inyección de plasma. Calculamos que con eso iba a andar mejor, pero llevaba su tiempo. Ese parate que fue de un mes, hizo que todo el trabajo de fortalecimiento retroceda. Entonces, volvió el dolor, la rodilla quedo flaca. Llegó un momento en el que no podía hacer nada. Sentía le hacía mal al equipo y fue cuando decidimos parar totalmente”.
-Entonces este parate obligado. ¿Te vino bien para poder recuperarte de la lesión? ¿Cómo estas físicamente? ¿Cuánto tiempo falta de recuperación?
-GM: “Si aproveche todo este parate para recuperarme. Como todos, no pensamos que iba a durar tanto tiempo de inactividad. Aunque, si para rehabilitar la rodilla me vino muy bien. También, el hecho de que el médico me pudo operar, en pleno auge de la pandemia. Me opere en julio, ya pasaron unos meses de recuperación y creería tener el alta para el mes de enero.
Cuando vaya a Santa Fe, me van a evaluar los médicos y saber qué plazo voy a tener para recuperarme bien.
Acá, en Sáenz Peña, tuve un constante trabajo con un kinesiólogo y con un profe de gym. También, constante contacto con el médico de Santa Fe”.
-¿Cómo fue tu tiempo en la pandemia, cuanto tiempo en Santa Fe y en que momento te pudiste ir a tu casa?
-GM: “El torneo se suspendió en marzo. Estuve un mes más. Apenas termino todo, comenzamos a tramitar la cirugía. Pero por problemas de obra social y por cuestiones protocolares de la pandemia, además que había otras urgencias. Hasta que en un momento se flexibilizó todo y me pude operar. Entonces, hasta julio me quede en Santa Fe. En ese tiempo, el club me abastecía, me daba mercadería. Me opere y estuve un mes más en el departamento, por suerte mi vieja pudo ir a acompañarme.
Cuando comencé a afirmarme y poder pararme un poco más, dar unos pasos y poder dejar las muletas, le consulte al médico si podía viajar. Así que, en agosto me volví”.
La entrevista completa en el siguiente enlace (del minuto 6´44´´ al 38´ 30´´)