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LA ACTUALIDAD DE LOS HERMANOS SALINAS

Martín y Federico Salinas, fueron parte de la 11º zaga de “La Post Cuarentena con Hermanos” de Basquetboleando. Con total sentido de pertenencia hablaron de varios temas vinculados a Rivadavia Juniors. Entrevista.

 

Los hermanos Federico y Martín Salinas, en su momento compartieron equipo, después fueron por caminos diferentes y este año iban a volver a jugar juntos Pero la pandemia les prolongo esa posibilidad por un tiempo. De esta cuestión y distintos aspectos del Club Rivadavia Juniors, el básquet en general y temas relacionados al vínculo familiar compartieron en la 11º zaga especial de los hermanos compartieron en la siguiente entrevista.

 

-¿Cómo fuiste llevando todo este tiempo sin actividad deportiva?

-FS: “Un poco menos de laburo. Trabajando desde casa los primeros meses. Al principio costo entrenar. Ahora, volvimos con todo para retomar las actividades”.

 

-Más allá de lo deportivo. ¿Cómo venís llevando el rol de padre en este tiempo?

-MS: “Me agarró en un momento distinto, más relajado. A mi este tiempo me vino bien para cortar todo y disfrutar de la familia.

La bebé está muy bien, con salud, que es algo importante. Así, que disfrutando de ella.

Ahora, volviendo casi todo a la normalidad”.

 

-A principios de año, ¿Estaba la posibilidad de jugar en Rivadavia B? Si era así, ¿Cuál era por qué?

-MS: “Si yo se lo plantee a los entrenadores. Porque siempre fui un convencido y pregone que era fundamental el entrenamiento. Entonces, por razones laborales y otras personales, se me complicaba llegar a horario a los entrenamientos. Eso, significaba ir en contra de mis pensamientos.

Ante ello, hablé con el entrenador para poder dar una mano en el equipo B. Con otro tipo de entrenamientos y de otras responsabilidades.

También, hay que comenzar a que los chicos se hagan responsables del equipo. Digamos que no recaiga todo sobre los mayores.

Los chicos ya tienen confianza y una trayectoria para comenzar a tomar las riendas del equipo”.

 

-Si el año 2020 transcurría sin interrupciones. ¿Cómo estaba planteado tu año?

-FS: “Antes del último partido del año, que jugamos ante Regatas Coronda, dije que iba a ser mi último partido. Tenía que dedicarme más a mi trabajo, a las cuestiones habituales de mi vida.

Entonces, en vez de “perder tiempo en el club”, me quise alejar un poco. Pero, después hablando con Martín y “Toti” que se iban a sumar al equipo, me dijeron que me quedará para jugar un año más.

Además, me gustaba la idea de trabajo del “Negro” Esquivel, una persona que aprecio mucho.

Entonces dije vuelvo y lo hice dos semanas antes de que comenzará la pandemia. Es como que volví y no volví.

Ahora, si se retoma la actividad plena del básquet, voy a jugar un año más. Sumado al hecho de poder jugar con mi hermano”.

 

-¿Habían jugado alguna vez juntos o sería la primera oportunidad?

-MS: “Jugamos una de las primeras Ligas juntos. Cuando asciende el equipo de Cremería de Alejandro Fernández. Entonces, esa Liga la jugamos juntos. Fede había tenido bastantes minutos en cancha.

Le ganamos a Cremería en Carcarañá, que venía invicto de local. Siempre nos acordamos de ese partido porque está bueno

 

 

-¿En la local, jugaron juntos alguna vez?

-MS: “Si jugamos juntos. En las inferiores también compartimos equipo. Además, entrenamos juntos.

En este último tiempo, ya no habíamos coincidido en Primera”.

 

-¿Qué reflexión haces de lo que fue el cuadrangular final en A2 del Oficial?

-FS: “Más que nada nos faltó controlar la ansiedad. El hecho de querer terminar ya los torneos.

Los años que he estado en Rivadavia B, a excepción de dos años cuando estuve viviendo en Rafaela, siempre fue el equipo que más partidos jugo en el torneo que haya disputado. Ya sea una promoción, un ascenso, un cuadrangular.

Cuando nos dimos cuenta de que habíamos perdido los dos primeros partidos del cuadrangular. Uno de ellos fue la manera en la que perdimos ante Banco, como local. Porque teníamos un desgaste del torneo de Primera. Ya que tenés que tener mucha cabeza para ganar tres o cuatro partidos. Ir a ganarle a un equipo que jugo la final, de visitante, para no perder y descender. O perder por 30 y después tener fijo en la cabeza que iba a perder por 30 puntos.

En sí, nos costó el desgaste y llegar al último partido con chances pero ya con un desgaste terrible con nosotros. Nos costaba juntarnos para entrenar. Los horarios en el club, era reducidos.

Es muy difícil tener dos equipos en Primera y que sean competitivos. Si bien, se puede competir con juveniles y otros que acompañen. Pero, es cuesta arriba, no se cuánto se puede sostener esta situación”.

 

-Si sobretodo tener equipo competitivo en A1, no es fácil.

-FS: “Si hablo de competitivo porque a todos les gusta competir. Si a todos nos gusta jugar en A1. En cambio, cualquier jugador podría jugar en A2”.

 

-¿Tenés la sensación de que les falto poco para ganar algún partido más en A1?

 -FS: “Capaz nos faltó convencimiento también. Porque antes del partido no sabíamos que íbamos a perder por un punto.

Hicimos un buen torneo. Para mí fue uno de los mejores torneos de Rivadavia B. Más en la etapa de la fase regular, donde en el ida y vuelta con los equipos de A1 jugamos bien.

Para mí tuvimos un buen nivel, los partidos fueron bien plateados por Teddy. Pero, perder por poco varios partidos, te va desgastando.

Siempre estar a un paso, con jugadores que se fueron y luego volvieron. Fue muy desgastante el año. Nos teníamos que mantener solos. Coordinar todo para hacer los viajes.

Pero, ahora, con otra metodología de la Comisión del Club, en Rivadavia B se puede aprovechar mucho para fomentar jugadores y tener gente del club. Además, seguir tenido lugar para los jugadores que no tienen lugar en el equipo A”.

 

La entrevista completa en el siguiente enlace:

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