No fue el goleador de su equipo, pero resultó determinante en un cierre no apto para cardíacos. Con 14 puntos (2-6 en dobles, 3-6 en triples y 1-1 en libres), un rebote, cuatro asistencias y un tapón de Manu Ginóbili, San Antonio se sacó de encima a un complicadísimo Denver por 106-104.
No fue una noche sencilla en el AT&T Center, sobre todo porque el rival mostró su mejor nivel y no se resintió con el correr de los minutos. Y esa fue la clave para que los Nuggets, que incluso estuvieron 7 tantos arriba en varios momentos del encuentro. Los Spurs no le encontraban la vuelta para quebrar las acciones, al menos durante los primeros 24 minutos.
La historia fue diferente cuando San Antonio mostró su mejor cara, incluso llegó a parecer que se quedarían con el juego con comodidad cuando se escaparon a nueve unidades. Si algo sufrieron los dirigidos por Gregg Popovich a lo largo del partido fueron los puntos en contraataque, rubro en el que cayeron 21-7 y que, sumado a una ligera ventaja en la eficiencia en los tiros de tres puntos (43.5% de Denver contra un 37.5% de los locales).
Pese a las buenas acciones de Manu a lo largo del encuentro, Los Spurs veían como, con el correr de los minutos, el marcador se mantenía apretado. Y miren si habrá sido un duelo igualado que tuvo 18 cambios de liderazgo y estuvo empata en siete ocasiones. Pero si hay una diferencia son las figuras de los equipos y anoche el que lideró el ataque de los texanos fue LaMarcus Aldridge, que terminó con 30 puntos (Jamal Murray fue el mejor del visitante con 18 tantos, misma cantidad que alcanzaron Pau Gasol y Kyle Anderson en San Antonio).
La definición pasó por las manos del pibe que hace estragos en la NBA. Si, ese que apenas tiene 40 primaveras y rompe con los moldes previamente establecidos en la liga más importante del mundo. GInóbili, con una flotadora a 36.7s del final, le dio una ventaja de cinco puntos que, tras un triple de los Nuggets, fue definitiva.
San Antonio (34-19) tiene en su horizonte cada vez más cerca la Gira del Rodeo, que los mantendrá fuera de casa por casi un mes. Antes cerrará su estadía en el AT&T Center con un duelo clave no dentro de la División Suroeste. El jueves, desde las 22, los Spurs recibirán a Houston (36-13), el segundo mejor equipo de la Conferencia Oeste.