Marcelo Solari, tras estar un tiempo sin dirigir volvió al ruedo y está dirigiendo a Náutico El Quilla. El flamante entrenador diálogo con Basquetboleando sobre su proyecto en el club, los pasos a seguir, entre otros aspectos del básquet en general. Entrevista.
NOTA A MARCELO SOLARI
-¿Cuánto tiempo paso de tu salida de Colón y cómo se dio la llegada a Náutico El Quilla?
–“Un año y medio paso de mi alejamiento de Colón. Con el paso de los años uno quiere estar más tiempo en casa pero el básquet tira y además se dio la posibilidad de dirigir en El Quilla. Es un club con mucho potencial”.
-¿Cuáles son las expectativas en la institución?
–“Es un club que tiene una masa societaria muy grande, una de las colonias de vacaciones más grandes de la ciudad. De ahí se pueden ver chicos para volcarlos al deporte. Es un trabajo que hay que hacerlo de a poco pero es un club que ha crecido. Después de cinco años ha conformado buenas categorías en formativas y hasta salieron campeones en algunas. En la charla previa que tuve con los dirigentes me convencieron”.
-Esta vuelta al ruedo ¿Tiene la misma motivación de años anteriores?
–“Si cuesta el regreso pero estoy contento. En mi llegada, encontré un grupo de chicos con muchas ganas de crecer. Realmente están respondiendo y entendieron que hay que esperar un par de años para que los chicos que están formativas en un par de años estén arriba”.
-Entonces la filosofía que tenía el club se mantiene, es decir, jugar y darles minutos a los juveniles.
–La idea es esperar durante dos o tres años el crecimiento de los chicos de U17 y U15, donde hay buenos jugadores. Algo que se charló con los dirigentes, el hecho de darles ese lugar a los jóvenes en la Primera División. La frutilla del postre en una institución es cuando los chicos llegan a Primera. No hay que enloquecerse por campeonar en inferiores, al contrario, hay que formar el mayor número de jugadores para que después sea la base del equipo de Primera. Situación que El Quillá ya logró durante cinco años y que fue parte del primer equipo y es el camino que se va a seguir.
En 2013, estuve en Santo Tomé y pasaba la misma situación. El hecho de jugar en la B y en Primera había chicos con futuro y el año pasado terminaron ascendiendo. No es ningún misterio, hay que trabajar y esperar a los chicos que vienen desde las inferiores”.
-¿Entonces tu proyecto en el club es dos o tres años?
–“Lo que les dije a los dirigentes desde un primer minuto es que hay que esperar dos o tres años para el crecimiento de estas categorías formativas. Situación que también se charló honestamente con los jugadores de Primera. Si los resultados vienen y el ascenso se produce porque anduvieron bien, será bienvenido. Pero indudablemente, El Quillá tiene que esperar esa camada, que después de nacer de cero está llegando y que le va a dar muchos resultados al club. Hay dos o tres chicos que están en el Proyectos de ASB”.
-El Quilla es un club formador de jugadores y cuando un juvenil tiene futuro se lo lleva otra institución que disputa una competencia mayor.
-“Los clubes tienen que tomar conciencia que los equipos que estamos disputando un torneo local y que no participamos de competencias superiores, indudablemente si surge un chico se lo van a llevar a van a intentar. No está mal, forma parte del juego.
Hace un tiempo hable con allegados a Macabí, club que descendió. Lo que le pasó es que perdió una franja de jugadores de entre 24 y 29 años, que en estos momentos están jugando Liga Nacional. Pero a la vez, Macabí tiene que estar satisfecho de que están en un primer nivel y salieron de esa institución”.
-¿Qué es lo que termina degastando a los entrenadores para que no perduren en el tiempo en un mismo club?
–“En una apreciación personal digo que la Generación Dorada le hizo muy bien al básquetbol. Pero a la vez tuvimos una contra. Lo que antes sucedía en el fútbol se trasladó al básquet, donde los padres están desesperados para que sus hijos lleguen a la Primera y demás. Eso hizo también del básquet, un deporte del que se puede vivir”.
-El básquet es un deporte tan competitivo que nadie quiere su hijo no juegue.
–“Esta es otra cuestión que hable con los dirigentes de El Quillá. Hay que concientizar a los padres que los chicos progresan.
Estuve seis años con las selecciones. Tuve el progreso de un sub 13 a un sub 19, o sea, durante esos seis años, la sub trece terminó en sub 19. Ahí uno se dio cuenta que en Sub 13 participaron doce jugadores. Dos años después, el 50% de esos chicos no estaban más e incluso aparecían otros jugadores que no habían sido citados en años anteriores. Situación que se repitió en las otras divisiones con el paso de los años. No se puede en divisiones formativas pensar que todos tengan sus minutos porque uno nunca sabe el progreso que puede tener.
Una frase que tengo es que “el único lugar donde el éxito esta antes que el trabajo es en el diccionario”, de la cantidad vas a sacar la calidad. Por eso el básquet argentino dentro de su poca población ha llegado a un nivel muy meritorio. Eso es producto del trabajo”.
-¿Cuál es el objetivo para el Dos Orillas y si lo tomas como preparación para el Oficial?
–“El Dos Orillas es una preparación. Es otro básquet. Es increíble que en 20 kilómetros sea otro básquet.
Santa Fe tiene un arbitraje de primer nivel, no hay otra Asociación que tenga este nivel de árbitros”.
-En cuanto a los entrenamientos. ¿Cuándo comenzaron y en qué haces hincapié?
–“Estamos entrenando casi dos horas y medias. Estoy en un club que recién ingreso y dentro de poco empieza el torneo y con el tiempo que nos queda se trabaja en todos los aspectos de la manera mejor posible. Todo es cuestión de calidad y no de tiempo”.
-Respecto al plantel. ¿Vuelven o no Gómez y Mascheroni?
–“Mascheroni teóricamente volvería. En cuanto a Gómez, no lo sabemos porque a lo mejor tiene intenciones de irse a otro equipo para jugar otra categoría. Luego se sumaron algunos chicos como: Juani Alcaramo, Joaquín Morello y otros juveniles”.
-¿Cómo los ves a Nico y “Mimo” (Solari)?
–“Mimo es un jugador que no fue de destacarse en las divisiones inferiores y fue aprendiendo a paso de hormigas. Ahora tiene virtudes como hacer jugar al equipo, más allá de no anotar muchos puntos. Mientras que Nico es un base goleador y le esta llendo bien en la Liga Provincial».