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LO GRIPPO-LEIVA: DE FERRO HASTA LA SELECCIÓN ARGENTINA Y EL EXTERIOR

Diego Lo Grippo, ex jugador de básquetbol y actual Director Deportivo en Quimsa de Santiago del Estero, junto a Martín Leiva, jugador de Boca Juniors en la última temporada en Liga Nacional, conversaron Basquetboleando. La nota imperdible y video a un clic. Entrevista.

 

Dos jugadores de Selección, que supieron y continúan brillando en sus equipos, uno sigue vigente dentro del rectángulo de juego y el otro sigue ligado al básquet desde otro rubro, se tomaron unos minutos para dialogar con Basquetboleando.

Diego y Martín, brindaron detalles de sus inicios y sus diferentes etapas en el básquet nacional, la Selección Argentina y su paso por el exterior del país, la actualidad y visión del básquet en el país, entre otros temas. La entrevista a continuación.

 

-¿Cómo se dio la posibilidad de jugar, desde tan chico al básquet, e irte a Ferrocarril Oeste?

-DLG: “Mi inicio es particular porque empecé tarde a jugar al básquet. Comencé a los 13 años. Antes, en realidad, me inicie deportivamente  en el fútbol. Sabemos que Rosario es una ciudad netamente futbolera. Entonces, comencé entre los 4 y 5 años hasta los 12 0 13 años.

Después, un entrenador amigo mío me insistió para que juegue al básquet. Empecé en un club de barrio, como es Central Córdoba. Estuve un par de años en el club y después todo se me fue dando muy rápido.

Luego, pasé a Newell´s donde estuve un año. De ahí, me vino la oportunidad de ir a jugar a Buenos Aires. Ser reclutado por León Najnudel,  Enrique Tolcachier y todo el grupo de esos entrenadores, que todo el mundo conocen el prestigio que tienen. Así, que esa oportunidad no la dudé ni un segundo. A los 17 años, me fui como reclutado. Además, desde ahí compartimos el crecimiento con Martín (Leiva). A su vez, desde ahí desarrollar el profesionalismo y pasión que uno tiene por el básquet”.

 

-Vos siendo de las categorías formativas en Ferro. ¿Cómo tomaban el reclutamiento de jugadores que tenía el club?

-ML: “En lo personal, a los 15 años cuando estaba en Ferro, pegue el estirón de 10 centímetros y vivía en el club junto a dos chicos. Iba al mediodía al club y a mi casa recién regresaba a la noche.  Ahí, fue el clic que hice.

Más con la llegada de León Najnudel en el 1996, yo ya con 16 años.Es quien me recluta. En ese Campus de Reclutamiento estaba “Coco” Mainoldi, Fede Kammerichs, etc. Éramos una linda banda.

Ferro, siempre fue un club de realizar reclutamientos, de ir a buscar chicos. Como también lo era Boca Juniors. Siempre muchos chicos iban a probarse, por eso había grandes camadas de jugadores. Estar con esos jugadores, en ese momento no me lo esperaba. Pero, algo que sí busqué”.

 

 

-Si bien, en tus comienzos, jugabas lejos del aro, con el correr del tiempo te “encasillaron” en el puesto de 5.

-ML: “Me parece que la necesidad del básquet argentino de tener un tipo alto en la posición de pivot, creo que me fueron encasillando. La idea de León era de jugar con gente alta. De hecho, no recuerdo en que año, hubo una Selección de jugadores muy alta. En el cuál estaba González de 2,32, porque él (Najnudel) creía que era un básquet para altos. Definitivamente es así. León trató de potenciarme y eso me dio la agilidad, que por ahí no tienen los grandes pesados. También, por mi contextura física. Y esa agilidad, la llevó al tiempo de ahora, que el básquet es más ágil y dinámico. Todo me sirvió y me ayudó para potenciarme desde otro aspecto.

Pero, en ese momento, requerían de jugadores con más kilajes, entonces me la rebuscaba con mi agilidad. Se me complicaba, a veces, venían jugadores extranjeros que eran 4 0 5. Además, en ese momento, se jugaba mucho al básquet debajo del aro y entonces tenía que utilizar mi agilidad para sobreponerme y que no me lleven fácil había abajo del aro.

Entonces, todo lo que me enseño León, fueron herramientas para ponerlas en práctica en mi juego”.

 

-¿Fue Atenas, el club especial para vos, por haber sido MVP y haber ganado las finales de 2002/2003?

-DLG: “En realidad sí. Fue uno de los mejores años de mi carrera. Un club, donde me siente identificado por la cantidad de años que me toco vestir la camiseta. Además, por el cariño de la gente y por todo lo que me tocó vivir. Igualmente, uno ha pasado por tantos clubes y con el correr de los años, uno se siente identificado con esos equipos y clubes.

Pero, si  uno tiene que tomar algo en particular, ese año en Atenas fue el mejor para mi carrera.

También, nos tocó la gloria de poder vestir la camiseta de la Selección Argentina. Eso, es algo incomparable. A su vez, de estar a la par con la Generación Dorada. El hecho de compartir equipo y el crecimiento de la Selección durante tantos años. Es un motivo de orgullo.

Es una parte importante de nuestra carrera. Después, tuvimos la posibilidad de emigrar hacia Europa. Que para todos los deportistas es un salto de calidad.

A veces, uno como profesional en Argentina llega a un techo. Entonces, ese salto hay que darlo. Más allá de poner en valor la parte económica porque lo más importante es la parte deportiva.

Nosotros cuando nos fuimos, Martín (Leiva) ya había sido campeón en Argentina y a mí me toco brillar en mi equipo. Entonces, es como que uno alcanza un cierto nivel, tiene que dar ese salto. El hecho de pasar a otro equipo con ambiciones diferentes y superiores. Algo que pudimos lograrlo.

Son cosas que se van dando y uno no las planifica. A mí me pasaron anécdotas increíbles. Ver, en el 1995, emigrar a “Pichi” Campana  y a Melanesio, como algo supremo. Antes, me toco compartir equipo con ellos, algo que creía inalcanzable.

A veces, uno proyecta cerca de lo que quiere lograr y después la realidad de lo que sucede lo termina superando. Por eso, por más que uno tenga una piedra en el camino, no dejar de lado lo que uno quiere y por lo que uno lucha.

Todo este trajín, te deja ese bienestar y sentirse orgulloso”.

 

-¿Cuál fue tu momento cumbre o con que etapa te identificas más?

-ML: “Fui creciendo a lo largo de los años. Fuimos aprendiendo desde muchos lugares. De la Selección Argentina, el hecho de que hayamos estado cerca y que hayamos aportado nuestro granito para la Generación Dorada. Nos sentimos cerca de todo ese proceso, porque también estuvimos en algún momento.

Cuesta decir un momento particular porque siempre fuimos por más.

Lo conozco mucho a Diego (Lo Grippo). Tuvo un accidente del cual se recuperó y siguió adelante en su carrera.

En lo personal, tuve la posibilidad de poder cumplir mis sueños y dedicarme a este deporte por mucho tiempo. Es al día de hoy que me siento vigente y quiero seguir jugando”.

 

La nota completa en el siguiente enlace:

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