José Torrielli, entrenador de Santa Rosa, pasó por los estudios del Canal 5. El mandamas del santo hizo un balance del rendimiento del su equipo en el cierre del Torneo Oficial, y entre otros temas, habló de las expectativas que tienen para este nuevo año.
NOTA A JOSÉ TORRIELLI.
¿Cómo te sentiste en tu experiencia como entrenador de Santa Rosa luego de haber dejado de jugar y tomar el equipo?
Tuve la desgracia de lesionarme y dejar de jugar. Tuvimos una muy mala primera rueda, trajo las consecuencias que trajo, cuando me dieron la oportunidad. Sinceramente no quería dirigir pero no había otra opción.
Conocía todo el plantel porque estaba jugando con ellos, así que, acomodamos un par de cosas, nos ilusionamos con llegar a playoffs, pero no nos alcanzó.
Este año esperamos con una base del equipo del año pasado, y algunos refuerzos que se sumaron, otros que estamos viendo, ser protagonistas. Tengo 18 jugadores y mi idea es quedarme con 14.
¿Vos estabas dirigiendo en ese momento alguna categoría?
Estaba en U19
Fue tu primera experiencia dirigiendo la primera…
Si, fue mi primera experiencia. Fueron los últimos ocho o diez partidos del torneo. A mí me sirvió mucho, me gustó, estuvo bueno.
¿Cómo hiciste para manejar el cambio de ser compañero de ellos a ser su entrenador?
Hicimos una reunión con los experimentados del plantel y hablamos. Por lo que he aprendido de tantos años en el básquet, siempre se habla con los más grandes. Entonces hablé con los chicos más grandes, que hace un tiempo que están, y separamos la amistad de los entrenamientos.
¿Pensaste la posibilidad de volver a jugar? ¿Te lo propusieron?
Una vez que terminamos en noviembre o diciembre, me quedé con muchas ganas de jugar. Siempre dije que si me retiraba era adentro de una cancha, no por una lesión. Como tenía mucho tiempo hasta que empiece el Dos Orillas, pensé en que podía llegar. Pero una vez que van pasando los días, el club me ofreció para seguir y dije “no puedo hacer las dos cosas”. Entonces opte por seguir dirigiendo.
Más allá de que no se dio la clasificación en el Oficial pasado, ¿Cómo viste al equipo?
Lo vi bien. Lo hablamos, lo entrenamos. Creo que el básquet es todo mental. Los dirigentes pensaron que era el momento justo para cambiar, para que los chicos cambien la mentalidad. Se nos dieron algunos resultados, por ejemplo, ganamos en doble suplementario en Almagro.
Eso nos dio un salto de calidad, ganamos los partidos de local, salvo con Banco en donde ya no jugábamos por nada. Pero de perder por cuarenta con ellos en la primera rueda, a perder por uno en la última bola, creo que los chicos terminaron yendo de menor a mayor y con mucha ilusión para este año.
¿Vos le cambiaste cosas al equipo?
Yo conocía a los chicos y sabía que nos hacían muchos puntos. Puntos fáciles. Yo vengo de entrenadores que siempre empiezan de atrás para adelante, se fijan primero la defensa después el ataque. Lo primero que hice esa semana fue trabajar en defensa.
Eso nos fue dando confianza para después en ataque jugar más libre. En ataque yo dejo que ellos resuelvan. Les doy uno o dos sistemas, después los que deciden adentro de la cancha son ellos. Yo trato de la experiencia que tuve como jugar de buenos entrenadores, trato de inculcársela a los chicos.
¿Hace cuánto empezaron a trabajar? ¿Qué objetivos trazaron?
Nosotros empezamos el 22 de enero. Estamos haciendo hincapié en la parte física. Porque esto es largo, una vez que empieza la competencia, vamos a jugar los jueves. Entonces mi idea es trabajar veinte días en lo física, obviamente poniendo básquet, y de a poco, ir inculcando cosas tanto defensivas como ofensivas.
En el Dos Orillas, el objetivo es conseguir una identidad de juego. Obviamente, vamos a salir a ganar todos los partidos. Pero por ahí, un poco más light de lo que va a ser el Oficial. Nosotros le vamos a apuntar al Oficial pero una vez que entras a la cancha queres ganar.
¿Qué podes contarnos del nuevo piso deportivo y el cambio que le generó a la institución?
El tema del parquet en el club, fue una revolución. Porque había chico de trece años ayudando. Hemos estado nosotros pintando las paredes. Íbamos a las cinco de la tarde, nos terminábamos yendo a las tres de la mañana. Todo muy a pulmón, un sacrificio enorme, no solo de los jugadores o dirigentes, de los padres también. Si bien yo no me crie en Santa Rosa, es como si fuera mi casa.
Yo me crie en Rivadavia y era de Barrio. Ahora creció un montón y estoy feliz por eso. Pero cuando era chico comprábamos las camisetas nosotros, para jugar. Se inundaba cuando llovía, rogábamos que no llueva para poder jugar. Santa Rosa en ese sentido es parecido, todo a pulmón, la familia, la gente de ahí. La verdad que es un club muy hermoso.
Podes ver el programa completo en el siguiente link: